Le he llamado frasco, aunque en realidad es un juguete de madera con un gran tapón. La idea es que estimule la imaginación del niño al manipularlo.
Necesitamos un par de tarugos de madera. Si es dura, será más difícil de trabajar y el resultado será mejor.
La madera que he elegido para el frasco está bastante curada, tiene algunas grietas producidas al secarse la madera. Como procede en un palet, tiene agujeros de clavos. Recuerda que es fundamental que no quede ningún resto de los clavos en la madera. Luego veremos cómo tapar esos agujeros.
También tiene letras y números en una cara, en bajorelieve. Los han debido hacer con un hierro al rojo.
Tiene una base de 7 x 7 cm.
Lo primero es marcar el centro en la parte superior e inferior.
Abajo hacemos un círculo con radio desde el centro al centro de los lados y otro círculo, un poco más pequeño, para marcar la curva inferior del frasco.
Arriba hacemos un círculo marcando lo que será el cuello del frasco. Todos estos círculos nos guiarán mientras vamos eliminando madera, para evitar que quitemos más de un lado que de otro.
Con un cutter redondeamos las esquinas verticales y vamos reduciendo el ancho en el tercio superior, más o menos.
Cuando todavía tengamos superficie plana en los laterales, hacemos el agujero que atraviesa horizontalmente el frasco y el agujero vertical desde la boca hasta el agujero horizontal.
Estos agujeros se podrían hacer al principio, pero yo prefiero empezar a tallar la madera para ir viendo qué forma va tomando y así elegir la altura del agujero horizontal.
El agujero horizontal va a 3,5 cm. de los laterales (en el centro) y a 3 cm desde la base. He utilizado una broca para madera de 20 mm.
Marca la posición en las dos caras opuestas y haz un agujero desde cada una de ellas, de forma que se encuentren en el centro. Así, aunque te desvíes un poco, la entrada de los agujeros quedará centrada en ambas caras.
El agujero vertical debe llegar hasta el agujero horizontal. Es del mismo diámetro que el agujero horizontal.
Si es necesario, repasa las uniones interiores de los agujeros con una lima redonda.
Seguimos dando forma al frasco. He decidido mantener una parte de las letras grabadas, como decoración.
El centro del frasco no va a quedar totalmente circular, se seguirán notando los laterales de la madera.
Después de trabajar bastante con el cutter y con la lija gruesa conseguimos la forma definitiva del frasco.
Ahora toca tapar los agujeros de los clavos. Tenemos que preparar unos taquitos, del mismo tipo de madera, a medida de cada agujero, a ser posible con un dibujo de veta similar al trozo que falta.
En algún caso, habrá que hacer más grande el agujero, utilizando el taladro, para retirar los bordes manchados por el óxido del clavo. También es más fácil tapar un agujero circular que uno con forma irregular.
Procurar que la madera del taquito vaya en el mismo sentido que la madera donde está el agujero. En nuestro caso, el hilo de la madera es vertical, así que el hilo del taco también deberá quedar vertical cuando entre en el agujero.
Después de tapar los posibles agujeros, repasamos todo con lija de grano fino.
El tapón tiene dos partes: la cabeza y el cuello.
He recortado una pieza de 5 x 5 cm de base y casi 4 cm de altura. La base es la testa de la madera, como hicimos al cortar el frasco.
Marcamos el centro arriba y abajo. En la base de la cabeza hacemos una circunferencia que llegue al centro de los laterales. En el centro hacemos el agujero donde entrará una parte del cuello del tapón. Como el cuello tendrá un diámetro de 20 mm. hacemos un agujero más pequeño, de 16 mm., de un centímetro de profundidad aproximadamente.
Con el cutter redondeamos el tapón, finalizando con la lija de grano grueso. Como la parte superior va a contrahilo de la madera, habrá que lijar bastante, tanto con la lija de grano grueso como con la de grano fino hasta que quede lisa.
Antes de unir las dos partes del tapón, teñimos la cabeza con nogalina. Dependiendo de la absorción de la madera y de la concentración de la mezcla, tendrás que dar una o más manos.
A partir de un listón de 20 x 20 mm. tenemos que obtener un cilindro que entre sin dificultad en la boca de la botella. La longitud será la distancia desde la boca de la botella hasta la parte inferior del agujero central, más un centímetro que irá dentro de la cabeza del tapón. Inicialmente, podemos darle algo más de longitud y recortar luego si fuera necesario.
Enrollamos un papel con un lado recto sobre el cilindro, a un centímetro de la parte superior. Contra el borde del papel, marcamos el círculo a partir del cual hay que recortar para que el cuello entre en la cabeza el tapón.
Con un poco de cola blanca, unimos el cuello y la cabeza del tapón. Si nos hemos pasado y hemos dejado el vástago del cuello demasiado fino, podemos utilizar alguna viruta para que entre justo.
La parte inferior del cuello, la redondeamos y recortamos de forma que toque ligeramente la parte inferior del agujero, para que haga ruido al tapar el frasco.
Ya solo nos queda proteger la madera con cera o barniz.
Como es un juguete, creo que es mejor utilizar cera, salvo que tengas un barniz especial para juguetes.
Y después de un par de manos de cera para muebles y de pulir con un trapo, ya tenemos terminado nuestro frasco de madera.
¿Te animas a hacer uno?